27 de enero de 2025
Deducción de impuestos: cómo aprovechar las deducciones fiscales por destrucción de bienes
Las empresas mexicanas, especialmente aquellas con inventarios grandes o productos perecederos, enfrentan desafíos relacionados con el manejo de bienes que ya no tienen valor.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha establecido un proceso para que las empresas puedan eliminar estos productos obsoletos de manera legal y deducirlos fiscalmente.
Si bien la destrucción de bienes es una estrategia común, muchos empresarios desconocen cómo aprovechar al máximo las deducciones fiscales que este proceso ofrece.
¿Qué es la destrucción fiscal de bienes y cómo ayuda en la deducción de impuestos?
La destrucción fiscal de bienes es un procedimiento regulado por el SAT en México, que permite a las empresas eliminar mercancías que han perdido su valor comercial, ya sea por caducidad, deterioro o por cualquier otra razón.
Al destruir estos bienes de acuerdo con las normativas establecidas, las empresas pueden deducir el costo de los mismos en su declaración anual del Impuesto sobre la Renta (ISR).
Esto reduce la base gravable y, por lo tanto, la cantidad de impuestos a pagar.
¿Qué bienes se pueden deducir mediante la destrucción fiscal?
Para que un bien sea deducible mediante destrucción fiscal, debe cumplir con ciertos requisitos. Algunos de los más importantes son:
Bienes obsoletos o deteriorados: Productos que ya no tienen valor comercial o que están en condiciones que imposibilitan su venta.
Bienes perecederos: Aquellos productos que han caducado y no pueden ser reutilizados ni vendidos.
Bienes que no pueden ser donados: Si la empresa no puede donar los bienes debido a su condición o a que no son aceptados por instituciones autorizadas, puede proceder con la destrucción fiscal.
Es crucial que la empresa demuestre que intentó donar estos productos antes de proceder a la destrucción. En caso contrario, el SAT puede no permitir la deducción.
¿Cuál es el proceso para deducir bienes a través de su destrucción?
Para aprovechar la deducción de impuestos por destrucción de bienes, las empresas deben seguir un proceso específico que incluye varios pasos:
1. Notificación al SAT
Antes de proceder con la destrucción, la empresa debe notificar al SAT mediante un aviso de destrucción, el cual debe incluir información sobre los bienes, su valor y el lugar y fecha en que se realizará la destrucción.
Este aviso debe presentarse con al menos 30 días de anticipación.
2. Realización de la destrucción
Una vez que el SAT ha sido notificado, se debe llevar a cabo la destrucción de los bienes.
Dependiendo de los bienes, se puede optar por métodos como la reciclaje, incineración, trituración o desintegración.
3. Obtención de documentos de respaldo
Una vez que los bienes han sido destruidos, la empresa debe recibir documentos que certifiquen el proceso, tales como un acta notarial, fotografías y un certificado emitido por la empresa encargada de la destrucción.
Esta documentación es clave para respaldar la deducción fiscal ante el SAT.
4. Registro contable y deducción en el ISR
El último paso es registrar contablemente la destrucción de los bienes y la deducción correspondiente en la declaración anual del ISR. De esta manera, la empresa reduce su base imponible y obtiene un beneficio fiscal.
¿Qué beneficios fiscales se obtienen al destruir bienes?
Al seguir el proceso adecuado para la destrucción fiscal de bienes, las empresas pueden obtener varios beneficios, entre ellos:
Reducción de impuestos: Al deducir el valor de los bienes destruidos, la empresa reduce su base gravable en el ISR, lo que se traduce en un menor pago de impuestos.
Mejora de la eficiencia fiscal: Eliminar inventarios obsoletos permite tener registros más claros y una mejor gestión de los bienes, lo que mejora la eficiencia administrativa.
Cumplimiento de las normativas fiscales: Al seguir las reglas del SAT para la destrucción de bienes, la empresa evita posibles sanciones por incumplimiento de las normativas fiscales.
Preguntas frecuentes
¿Qué tipo de bienes se pueden destruir para aprovechar la deducción fiscal?
Principalmente, se pueden destruir bienes obsoletos, productos que han caducado, mercancías deterioradas o aquellos que no pueden ser donados debido a su estado. Todos estos deben ser debidamente documentados y el proceso debe ser autorizado por el SAT.
¿Cómo sé si los bienes pueden ser destruidos para deducir impuestos?
Para poder deducir los bienes, debes asegurarte de que cumplan con los criterios establecidos por el SAT, como el hecho de haber perdido su valor comercial y no poder ser donados.
¿Es obligatorio realizar la destrucción fiscal en presencia de un fedatario público?
No es obligatorio contar con la presencia de un fedatario público o un representante del SAT durante el proceso de destrucción de bienes. Sin embargo, es necesario emitir un aviso de destrucción ante el SAT, indicando la fecha, hora y lugar programados para la destrucción. Este aviso permite al SAT, en caso de considerarlo necesario, enviar a un fedatario para verificar el proceso.
Además, es fundamental trabajar con una empresa autorizada y con los permisos necesarios para realizar la destrucción fiscal. Esto garantiza que el proceso se lleve a cabo de manera legal y que sea reconocido por las autoridades fiscales, respaldando así la deducción correspondiente.
¿Cuáles son los riesgos de no seguir el proceso adecuado para la destrucción fiscal?
No seguir el proceso adecuado puede resultar en la no deducción de los bienes destruidos, lo que podría generar problemas con el SAT y posibles sanciones por no cumplir con las disposiciones fiscales.
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