¿Es mejor donar o destruir productos obsoletos fiscalmente?

Cuando una empresa se enfrenta al desafío de manejar productos obsoletos, la decisión de donarlos o destruirlos tiene implicaciones fiscales importantes. 

La clave está en entender los beneficios y requisitos de cada opción para tomar una decisión informada que beneficie a la empresa y cumpla con la normativa fiscal vigente.

¿Qué se considera un producto obsoleto y cómo afecta fiscalmente?

Los productos obsoletos son aquellos que han perdido valor comercial, ya sea por deterioro, caducidad, falta de demanda o cambios en el mercado. 

Según la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR), las empresas pueden deducir el costo de estos bienes, pero para hacerlo deben cumplir con ciertos requisitos fiscales estrictos, que varían según se decida donarlos o destruirlos​.

¿Es mejor donar los productos obsoletos?

Donar productos obsoletos puede tener varias ventajas fiscales, especialmente si se trata de bienes esenciales como alimentos, medicamentos o ropa.

En muchos países, como en México, antes de proceder a la destrucción de bienes, estos deben ofrecerse en donación a instituciones autorizadas, como asociaciones benéficas. Al realizar la donación:

1. Deducción fiscal: La empresa puede deducir un porcentaje del valor de los bienes donados, lo que reduce la carga tributaria.

2. Cumplimiento legal: En algunos casos, la ley obliga a intentar la donación antes de la destrucción. No cumplir con este paso podría llevar a multas o la imposibilidad de deducir las pérdidas​.

3. Beneficio social: Donar a comunidades vulnerables no solo beneficia fiscalmente, sino que mejora la imagen corporativa de la empresa al contribuir a una causa social.

Esta opción puede no ser viable si los productos están dañados o representan un riesgo para la salud. La donación implica costos adicionales de transporte y gestión, lo que debe ser considerado.

Requisitos para la donación fiscal

• Los productos deben mantenerse en las mismas condiciones en las que estaban para su comercialización​.

• Se debe presentar un aviso al SAT antes de la donación, especificando detalles como la fecha de caducidad y las condiciones especiales de conservación, si aplica​.

• Los bienes deben ser entregados a donatarias autorizadas, y se debe informar de esto a la autoridad fiscal​.

¿Cuándo es preferible destruir los productos?

En caso de que la donación no sea factible, las empresas pueden optar por destruir los productos obsoletos. Esta opción es 100% deducible y existen requisitos que cumplir:

1. Aviso de destrucción: Se debe presentar un aviso a la autoridad fiscal, generalmente con 30 días de antelación, describiendo el método de destrucción, los productos involucrados y la justificación de la pérdida de valor​.

2. Métodos adecuados de destrucción: La destrucción debe hacerse de manera controlada y documentada para evitar problemas legales o ambientales y con una empresa certificada para realizarla. Algunas leyes fiscales permiten la deducción de los bienes destruidos, siempre y cuando se cumplan con estos requisitos​.

3. Implicaciones fiscales: La destrucción puede ser deducida, y la empresa recibe mayor nivel de reconocimiento deducible que con una donación. Si la destrucción no se hace correctamente, puede generar problemas con la autoridad tributaria.

¿Qué se requiere para deducir la destrucción?

• Presentar el aviso correspondiente dentro de los plazos establecidos por la ley​.

• Documentar adecuadamente el proceso de destrucción, manteniendo registros contables y administrativos que justifiquen la deducción​.

¿Qué opción es más rentable fiscalmente?

Elegir entre donar o destruir depende de varios factores:

• Beneficio fiscal: Donar permite a la empresa deducir un porcentaje del valor total de los bienes, mientras que la destrucción puede deducir el 100% en cuanto a su valor.

• Costos asociados: Donar implica costos de logística y gestión, mientras que destruir se puede contratar a una empresa que deben cumplir con normativas ambientales, que se encargue de toda la gestión y destrucción.

• Impacto social: Las donaciones tienen un impacto positivo en la reputación de la empresa, mientras que la destrucción no ofrece este beneficio.